Casandra en la mitología griega, era hija de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Casandra fue sacerdotisa de Apolo, con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, el don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación. Casandra rechazó el amor del dios; este sintiéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: seguía teniendo su don, pero nadie creería jamás sus pronósticos. Tiempo después, ante su anuncio repetido de la inminente caída de Troya, ningún ciudadano dio crédito a sus vaticinios.

Pues esta historia, aplicada a nuestro momento es puesta como ejemplo, al menos por mí, a la capacidad que tiene cualquier persona, a anunciar determinada situación, que él o ella, nota que va a suceder lo anuncia, pero nadie lo cree. Exactamente es lo que yo siento: EL SINDROME DE CASANDRA.

Por supuesto, yo no tengo don alguno acerca de adivinar nada, que no haya sucedido, simplemente observo, medito los hechos, y saco conclusiones de que situación tiene mayores posibilidades de hacerse realidad.

Todo esto y centrándolo en una situación concreta, me permite vaticinar que algo por lo que tenemos los practicantes de un deporte y más concretamente en el tiro deportivo, un desasosiego rayando en el malestar acerca de nuestras federaciones deportivas. Federaciones por otra parte que aun siendo entes de creación y dirección particular, se financian en parte por sus propios medios, (personas federadas), o bien por determinados Ministerios, Secretarias de Estado, etc. y lo que es más grave: dependemos absolutamente de ellos para ejercer nuestra práctica deportiva.

No vamos a retraernos a tiempos pretéritos, no vamos a estudiar el proceso que nos trajo aquí, que nos ha rodeado de este guano que tenemos después de mucho tiempo de dejar la dirección de estos estamentos en manos de verdaderos vividores, sin preparación y lo que es peor sin sentido de la honradez, nos encontramos ante la tesitura de abandonar nuestro deporte, después de treinta años de práctica y con todo el tesón que se emplea en los actos que te ilusionan.

Estos personajes que han hundido en la miseria instituciones que recibieron sin pagar un duro, que les han servido para vivir, esto de verdad, por encima de sus posibilidades años y años, las dejan ahora endeudadas y abocados a sus protagonistas,(los deportistas) a hacerse cargo de las elevadísimas deudas que arrastran por la administración, yo diría desleal. ¿Quién va ahora a sufragar esa deuda? No hace falta ser Casandra para saberlo. ¡Lo vas a pagar tú! Deportista federado, con derramas, con pagos de precios altos en licencias federativas, inscripciones a pruebas deportivas, expedición de certificados y un largo etcétera que no vale la pena enumerar.

Hasta el anterior punto y aparte, no hace falta ser Casandra para saber algo que es de dominio público. A partir de ahora, es el tiempo de hacer especulaciones futuribles: ¡Estas son las mías!

Ahora y por las elecciones que se han celebrado, y las que lo harán; van a entrar a dirigir estas federaciones, el tipo de político o politiquin tan de moda denominado “populista”, esto es el que cuenta que todo lo hace por el bien del deporte, de ti deportista. “Que él no quiere nada para si”, que dice justamente lo que tú quieres oír. Bueno supongo que se entiende el significado, todos conocemos políticos famosos que dominan muy bien esas técnicas.

Bueno pues aquí entra en escena Casandra, mi vaticinio es que todo va a cambiar, para seguir igual.

Va a seguir igual porque el problema no radica en las personas, el problema está en la esencia de las instituciones las cuales no son fiscalizadas por los estamentos oficiales correspondientes. Si a ustedes les ponen en las manos a candidatos una empresa que maneja muchos dineros sin control, sin más méritos que ser un demagogo, con “piquito de oro” y pocos escrúpulos, tenemos el coctel perfecto para el tsunami financiero.

Se me ocurren varias preguntas para los nuevos presidentes: ¿Va usted a limitar a dos, los tiempos de mandato?¿Va usted a dar un voto, con el mismo valor a un federado, que a un árbitro, que a un entrenador, etc) esto es el gran deseo de los verdaderamente demócratas, un federado un voto?, ¿va usted a limitarse a poco o nada la remuneración como Presidente?¿Va usted a llenar los puestos con salario de amiguetes “de confianza”?¿Va usted a no hacer, todo lo que ha criticado a la anterior junta directiva?.

En fin como estas son preguntas retoricas de las que no espero contestación, pero queden escritos y poder pedir explicaciones a los actores.

Por todo esto, y por otras muchos motivos que podría esgrimir, es por lo que he pedido y pido para dirigir la modalidad que yo practico una FEDERACIÓN con mayúsculas, nueva y libre de esos vicios, esas lacras de institución añeja, con vicios de un siglo y con esa dificultad de arreglar un aparato viejo y desarmado, que presenta más dificultades que fabricarlo nuevo.

Un saludo a todos los colegas del tiro. ¡No sufráis en silencio manifestaros!

Rafael Salvador